Muerte de
Tinta es la tercera y última parte de la trilogía Mundo de Tinta de la
escritora alemana, Cornelia Funke.
La historia
continua donde la dejamos en el anterior libro. Después de la trágica muerte de
Dedo Polvoriento y del escape de Mo, Resa, Meggie y el resto de los titiriteros
del castillo de la noche.
Nos cuenta
como Mo, ahora llamado Arrendajo, ha adquirido una pasión por el personaje que
ha creado Fenoglio a partir de su persona. El bandido comienza a apoderarse
cada vez más de la personalidad de Mo. Cada noche sale con el Príncipe Negro y
sus secuaces, para interceptar cargamentos e impartir un poco de justicia por
aquellos lares del Bosque Impenetrable.
Por otro
lado, Orfeo es quien ahora ha tomado las riendas de la historia, ya que
Fenoglio ha dejado de escribir, pues, desde que su nuevo Cosimo murió, no quiso
saber nada sobre letras. Farid, por su parte, se ha convertido en un esclavo de
Orfeo, pues este le ha prometido que buscará la manera de traer de entre los
muertos a su maestro tragafuegos. El abusivo Cabeza de Queso, como llama Farid
a Orfeo, se ha vuelto uno de los más ricos señores de Umbra, pues con su
lectura a través de las palabras arregladas de Corazón de Tinta, ha hecho
aparecer montones de nuevas criaturas mágica en esas tierras, solo para el
deleite del nuevo señor de Umbra, quien a su vez es cuñado de Cabeza de Víbora,
su nombre, Pardillo.
Tras estos acontecimientos
de partida, la historia se desenvuelve consistentemente en como Orfeo y el
abuso de su lectura, para mejorar según él, el mundo de tinta, se ve
comprometido, pues la historia comienza a escribirse sola. Nos lleva a la búsqueda
de Cabeza de Víbora por Arrendajo, quien ha engañado al señor de plata con el
libro de páginas blancas que lo hace inmortal. Pues dicho libro ha comenzado a
pudrirse, y con él su inmortal poseedor.
Los sucesos
nos trasladan a situaciones inimaginables en la historia, pues tras la desesperación
de Resa, por la vida de su esposo, recurre a Orfeo con el único fin de regresar
a su mundo, pero esto no resulta como ella planeaba. Orfeo ve al oportunidad de
saciar sus celos por el encuadernador-bandido, y formula un plan para deshacerse
de él de una vez y traer de regreso a al Bailarín de Fuego. La trampa es puesta
y Mo, cae en ella. Las mujeres blancas se lo llevan, pero Dedo Polvoriento no
regresa y Orfeo deja sin cumplir el trato.
En el mundo
de los muertos Mo, se encuentra con la misma muerte, quien hace con el un
trato, dejando regresar con él al Bailarín de fuego y sentenciando el
cumplimiento del trato de entregarle a Cabeza de Víbora.
A partir de
este punto la historia comienza en un declive total. Pues se forma un círculo
de intrincadas acciones de ambos bandos que en cierto punto, podríamos decir
que son repetitivas y en algunos otros casos, no tienen un sentido lógico de
ser.
El desenlace
de la historia se da de una manera abrupta para el lector y para la historia.
Pues en un principio la historia te va llevando de la mano e incluso está
bastante bien explicados los sucesos, pero llega un momento en que todo esto
deja de ser así. Las acciones, decisiones, sorpresas y razones, dejan de tener
sentido y cierta lógica. Me explico, a mi parecer, no puede haber un cambio tan
abrupto en la personalidad de los personajes, en especial en Dedo Polvoriento y
Mo. Se convierten en los personajes principales de la historia, pero no te
llenan las nuevas actitudes y personalidades, se siente de inmediato que no
encajan con ellos. Por otra parte los sucesos mágicos e increíbles salen de la
nada y salvan de todo a nuestros personajes.
Pero si algo
te decepciona más que los detalles ilógicos e inconsistentes de la historia,
solo puede ser un mal final, y eso fue lo que nos regalaron, un final horrible
y por demás decepcionante. Puedo pasar por alto todo, en verdad, pero este
final, me mató. El final llega de la manera más sosa posible, el personaje que
menos te esperas que logre la hazaña, es quien con una mano en la cintura
arregla todo el intrincado asunto y ayuda a poner fin a la historia. Y
rematando a todo esto, el capítulo final narrado por Meggie es por mucho,
carente de emoción y profundidad. En fin, toda la historia se resuelve en dos capítulos
cortos y apresurados que te dejan con un sabor amargo en la boca.
Mi opinión sobre
esta trilogía es que, fue en clara decadencia. Los primeros dos libros, son emocionantes
e interesantes, los personajes son casi perfectos y todo tiene una lógica y
siguen correctamente los sucesos de la historia. Pero esta tercera parte,
comienza muy bien, pero llegado a cierto punto tiene un bajón abrupto, no
encuentras una lógica en muchos aspectos, los sucesos pasan demasiado rápido y
los personajes parecen perdidos e incluso no encajan sus personalidades con lo
anterior de la historia.
No puedo
decir que ha sido mala esta trilogía, pues la disfrute mucho, gran parte
gracias a Dedo Polvoriento debo decir. Pero uno espera más del cierre de una
historia, y más con esta, que es súper interesante y cautivadora. Pues se sale
de lo cotidiano y nos muestra una historia original y llena de potencial. Ignoro
las causas del final apresurado que dio la autora, pero me hubiese gustado un
final más emocionante y no tan “X”.
Sin más que
comentar sobre este libro, debo decir que me quedo mil veces con la segunda
parte (Sangre de Tinta), que por mucho, tiende a ser lo mejor de esta trilogía.
Bien, espero que se den la oportunidad de leer los tres libros y comentarme si
les gustó, si comparten o difieren de mí
opinión, y cuál es su libro favorito de la trilogía.
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